El Gobierno de la Provincia, a través del Instituto de Cultura de Corrientes, sigue de cerca la postulación del chamamé como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. En los últimos días, recibió la confirmación que se completó la información solicitada por la Unesco, y que el expediente será examinado nuevamente en la reunión prevista para el mes de diciembre en la ciudad de París.
“El Secretario de la Convención para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial, señor Tim Curtis, ha hecho saber a nuestra Delegación Permanente en la Unesco que, en esta etapa, no hace falta ningún tipo de información complementaria en lo que concierne al expediente chamamé”, refleja la misiva, con fecha 22 de julio.
También confirma que el expediente en cuestión será examinado por el Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial en su 15 reunión, que se espera se realice en París en diciembre de este año, si el Bureau así lo decide.
Expectativas
“Nos genera una gran satisfacción saber que continuamos en carrera. Trabajamos todos para completar la información del expediente que oportunamente fue tratado y resultó faltante. Esperamos que esta vez se concrete la ansiada declaración del chamamé como patrimonio inmaterial de la humanidad y continuar avanzando en un plan de salvaguarda”, resaltó el presidente del Instituto de Cultura, Arq. Gabriel Romero.
Destacó además que los equipos de trabajo estuvieron integrados por personal del Instituto de Cultura, de la dirección de Relaciones Internacionales, por Liliana Varela como asesora externa, los representantes de la Cancillería Argentina, de la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la Unesco (CONAPLU) y del ministerio de Cultura de la Nación.
Patrimonio vivo
El patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación.
El patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos.
La Convención de la Unesco de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial tiene como objetivo la conservación de este frágil patrimonio; también pretende asegurar su viabilidad y optimizar su potencial para el desarrollo sostenible. Brinda su apoyo en este ámbito a los Estados Miembros mediante la promoción de la cooperación internacional para la salvaguardia, y estableciendo marcos institucionales y profesionales favorables a la preservación sostenible de este patrimonio vivo.