En un principio como homenaje al Gaucho se realizaba una caravana de autos portando banderas rojas, constaba en realizar algunas vueltas por la ciudad terminando su recorrido en el santuario construido en un emplazamiento cercano al lugar de su muerte -ubicada a unos 8 kilómetros de la ciudad-. Este municipio recibe cientos de miles de peregrinos cada año, especialmente el 8 de enero, aniversario de la muerte de Gil.
El 8 de enero de 1983 se llevó a cabo la primera peregrinación a caballo por 16 jinetes, portando banderas rojas y una cruz de espinillo hecha con sus propias manos. Al llegar al predio cruz Gil fueron recibidos por el presidente en ese entonces de la Comisión el Señor Alberto López.
Esta tradición fue tomando año a año una gran importancia entre los mercedeños y por gente de todos los puntos geográficos de la provincia y del país. La devoción de la gente hacia el gaucho no era aceptada por la iglesia católica, pero en el año se realizó en la Parroquia de Nuestra “Señora de las Mercedes” por el “Padre Adiss”.
Desde entonces, todos los 8 de enero se realiza la misa a la cruz, a las 6 de la mañana, los paisanos esperan afuera montados en sus caballos, vestidos enteramente de gala. Una vez finalizada la ceremonia la cruz es recibida por el fundador de la peregrinación el señor Augusto Cabrera, y desde allí comienzan su recorrido por la ciudad, y es de mucha importancia destacar que la cruz va pasando de mano en mano, para que de esta forma valga la pena el sacrificio que todos los promeseros realizan para cumplir su homenaje a Gil.
A mil metros antes del predio de la Cruz Gil (camping El Rey), se realiza una parada, donde ya es costumbre, recibir con una cordial bienvenida, refrigerios, y reconocimientos a todas las delegaciones que participan de esta tradición.
Finaliza la peregrinación en el santuario de Antonio Gil, donde la cruz es recibida con mucha fe, devoción y gratitud por los centenares de promeseros allí presentes.
Pero en un asado entre amigos, realizado en la casa del señor Antenor Morel, el señor Augusto Cabrera comenta su idea de realizar el siguiente año, una peregrinación de gauchos a caballos. Él pensaba que esto era el mejor tributo u homenaje de un gaucho a otro.
Ellos son Marcos Oitiana (27) y su papá Luis Oitiana (68). El día 25 de diciembre de 2018, a las 20 horas partieron a caballo de su pequeño pueblo Josefina – Santa Fé. Su viaje duró 10 días y recorrieron en total 600 km, como apoyo los seguía atentamente el menor de la familia Walter Oitiana (25), pasaron lluvias y el calor de enero los abrazó y se hizo sentir. A pesar de todo, cumplieron su objetivo y pagaron su promesa.