Lavalle es un pueblo de la provincia de Corrientes que está situado a orillas del río Paraná, entre las ciudades de Goya y de Santa Lucía. Se encuentra a 201 kilómetros de la capital correntina.
Situado a orillas del Paraná, en este lugar reina la calma y se encuentra ubicado el Monasterio San Alberto, donde vive una comunidad contemplativa femenina de la Orden de las Dominicas. Por sus características, es poseedora de bellezas naturales, floras incomparables, costas barrancosas, lugares e islas que conservan aún toda su fauna autóctona, lugares de pesca que maravillan a los visitantes.
Sus productos turísticos son: Pesca Deportiva, Sol y Playa, Educativo – Tecnológico, Turismo Rural, Fiestas Populares, Religión y Ecoturismo.
El 13 de diciembre de 1616, Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias) fundó Santa Lucía de los Astos (por los indios locales). Origen de la localidad cabecera del departamento. El continuo ataque de los indígenas obligó al traslado del asentamiento. El 13 de diciembre de 1717 se concretó la segunda fundación del pueblo, esta vez sobre la margen derecha del río Mepeme (hoy conocido como Santa Lucía).
Asimismo, en 1793 fue habilitada la iglesia declarada Monumento Histórico Nacional. El nombre definitivo del distrito recuerda a Galo Lavalle, que realizó la última fundación en 1863.
Respecto a Monasterio San Alberto
En un lugar alto e impregnado de silencio, a 15 km de Goya y a cuatro cuadras de la ruta nacional, y con magnífica vista, está enclavado el Monasterio de Monjas Dominicas Contemplativas, el Monasterio San Alberto. Aquí, tras las huellas de Santo Domingo, las Monjas hacen de la oración no un acto aislado de su vida, sino su vida misma, queriendo así colaborar en la obra redentora y misionera de Cristo.
El Monasterio de San Alberto nació por pedido de Monseñor Devoto, primer Obispo de la Diócesis de Goya, pues estaba convencido que la vida de una Iglesia particular no está completa sin un Monasterio Contemplativo. Cuando viajó a Europa para participar del Concilio Vaticano II, visitó la comunidad de Nuestra Señora de los Dolores de Blagnac, Francia, y pidió algunas Monjas para realizar una fundación en su Diócesis. El 13 de Mayo de 1967, bajo la protección de Nuestra Señora de Fátima, él inauguró esta Casa de Oración. El ambiente de silencio y la espléndida vista del río Paraná, ayudan a que, en la casa y especialmente en el corazón de cada monja habite abundantemente la Palabra de Dios, que con misteriosa fecundidad se hace Salvación para todos los hombres.